jueves, 5 de marzo de 2009

SE NOS ACABA EL MUNDO

















































Los primeros síntomas, cuando uno cruza el canal de Magallanes hacia la tierra del fuego, son de esperanza, de encontrar nuevos alicientes en esa parcela de terreno, aislado e inhóspito. Cuenta la leyenda que tierra del fuego, le llamaron, por las hogueras y humaredas de los indios, que descubrieron los conquistadores al llegar. Los primeros doscientos kilómetros son de autentica soledad.

Aquí la tierra y el cielo echaron un pulso al viajero, que se atrevió a ir tierra adentro en busca de fortuna, la tierra se esconde en las llanuras, es como si notara que caemos del planeta al bajar, hemos tomado una pista secundaria, para evitar la austral, ya que los camiones, enormes contenedores, nos sacuden a velocidades increíbles en el ripio. Envolviendo en una nube de polvo amarillo, que tarde segundos en aclararse.

Cruzamos de nuevo Argentina por San Sebastián, la última frontera del sur.
Río grande es una enorme ciudad de 200.000 habitantes, que aparece en la llanura fantasma y te sorprende tanta actividad, es como si la civilización perdida volviera aparecer de nuevo. Enlazados del resto del mundo por dos barcazas y dos carreteras de tierra

Recuperamos fuerza y continuamos a Tolhuin siguiente pueblo en la ruta, ahora el escenario va cambiando ligeramente, aparecen los bosques Magallánicos, y las llanuras empiezan a dar paso a suaves montañas con puerto, el lago Empieza la lluvia fina, que nos lava los trajes y las motos, los restos de la cordillera de los andes, vuelve a resurgir con fuerzas, las crestas nevadas y los picos.

El paso de Garibaldi, nos devuelve la visión del bosque y los lagos, en su esplendor, la humedad a crecido y la temperatura ha bajado, desfilamos por las cordilleras impregnados de un escenario milenario, las nubes envuelven el bosque lagrimoso, los picos se suceden en rivalidad y las nieves eternas, dejan un pasillo de entrada a Usuahia como la última alfombra verde para despedir la tierra.

El Mar de Beagle, escondido y caprichoso, se coló entre el puerto Willians y Ushuaia, para decorar la Bahía de las golondrinas. Una ciudad enclavada en la falda del monte y a los pies de este manso mar del canal. Colorida, bulliciosa, Ushuaia tiene el encanto del fin del mundo y como tal, ha encontrado una razón turística para sobrevivir, Los cruceros de lujo que vienen al gran Sur, tiene una parada obligatoria en este reducto de la tierra.

La etapa de Mañana, será de 80 km. Nos vamos a Lapataia, otro parque nacional de picos nevados, lagos dormidos y bosques prehistóricos, será un día sosegado de intercambios con la gente y su cultura, también nos merecemos un descanso, a tanto kilómetro rodado, queremos disfrutar del fin del mundo, y descubrir otros secretos de la gente que vive encantada de ser del último pasaje de la tierra.

Buenos días España, Buenos días Canarias. Abrazos para todos, desde el canal de Beagle. A escasos cinco mil kilómetros de la Antártida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario